“Tienes que pedir un deseo y pintarle un ojo. Cuando tu deseo se cumpla, le podrás dibujar el segundo.” Mi Daruma aún tiene la mirada de un pirata cuyo ojo derecho perdió durante la batalla y sigo sin saber cuando lo recuperará.
Es un souvenir de Japón regalado por mi amiga española Leti. La historia cuenta que los hombres políticos japoneses suelen seguir la tradición del Daruma y en el caso que ganen las elecciones, entonces pintan, con orgullo, el segundo ojo de su muñeco.
Mi daruma también está tuerto! jajaja a ver si pronto podemos pintarle el otro ojo :)
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Huuumm, me pregunto cual será tu deseo!!
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